Como escribí en el post anterior los dos fines de semana anteriores han sido "de carreras". Con el objetivo de ir afinando y de probarme un poco de cara al Maratón de Zaragoza.
La primera de ellas fue la Carrera Pinares de Puerto Venecia (bendito marketing...), esta es una carrera totalmente recomendable fuera de lo común de las carreras populares, tiene 11 km pero la verdad que se hace muy amena, casi la totalidad de la carrera discurre por senderos entre pinos, con subidas, bajadas, curvas cerradas, es decir, continuos cambios de ritmo, la parte buena de esto es como ya he dicho que se pasan los kilómetros sin enterarte, la mala es que se hace muy difícil mantener un ritmo decente a lo largo de todo el recorrido. Aún así pude sacar un ritmo medio de 4' bajos y acabar entre los 40 primeros clasificados, con lo cual para hacerla como entrenamiento terminé contento.
El Domingo pasado fue el Medio Maratón Ciudad de Huesca, esta me tocaba tomármela más en serio, la idea era hacerla como test de cara al maratón, el objetivo que había hablado con Juan era hacerla en 1h25', lo cual suponía que podría llegar a conseguirlo pero no iba a ser fácil, mi mejor tiempo en esta distancia era de 1h27' en Zaragoza en Primavera, y en esta carrera el año anterior hice 1h35', pero bueno nadie había dicho que esto de correr maratones fuera sencillo. En esta carrera se dan tres vueltas a un circuito totalmente urbano, con una subida por vuelta de unos 400 metros que sin ser dura al final se hace un poco pesada. Contra estos inconvenientes, tenía a mi favor que salió un día genial, llegaba bastante descansado y lo mas importante, tenía el "apoyo logístico" de Luna y mi padre desde la "barrera". Durante la carrera me fui sintiendo mejor con el paso de los kilómetros y me metí en un grupo que más o menos llevaba el mismo ritmo que yo, con lo cual fue más sencillo de mantener el paso por los kilómetros constante, al final paré el cronómetro de mi Garmin en 1h23', lo cual me dejó más que satisfecho y con la moral muy alta de cara al Maratón de Zaragoza.
Ahora ya solo quedan dos semanas de entrenamientos duros de cara a los 42k de casa, y ya estoy terminando la primera... la última semana es únicamente de recuperación para llegar con las piernas en buenas condiciones a la carrera.
La primera de ellas fue la Carrera Pinares de Puerto Venecia (bendito marketing...), esta es una carrera totalmente recomendable fuera de lo común de las carreras populares, tiene 11 km pero la verdad que se hace muy amena, casi la totalidad de la carrera discurre por senderos entre pinos, con subidas, bajadas, curvas cerradas, es decir, continuos cambios de ritmo, la parte buena de esto es como ya he dicho que se pasan los kilómetros sin enterarte, la mala es que se hace muy difícil mantener un ritmo decente a lo largo de todo el recorrido. Aún así pude sacar un ritmo medio de 4' bajos y acabar entre los 40 primeros clasificados, con lo cual para hacerla como entrenamiento terminé contento.
El Domingo pasado fue el Medio Maratón Ciudad de Huesca, esta me tocaba tomármela más en serio, la idea era hacerla como test de cara al maratón, el objetivo que había hablado con Juan era hacerla en 1h25', lo cual suponía que podría llegar a conseguirlo pero no iba a ser fácil, mi mejor tiempo en esta distancia era de 1h27' en Zaragoza en Primavera, y en esta carrera el año anterior hice 1h35', pero bueno nadie había dicho que esto de correr maratones fuera sencillo. En esta carrera se dan tres vueltas a un circuito totalmente urbano, con una subida por vuelta de unos 400 metros que sin ser dura al final se hace un poco pesada. Contra estos inconvenientes, tenía a mi favor que salió un día genial, llegaba bastante descansado y lo mas importante, tenía el "apoyo logístico" de Luna y mi padre desde la "barrera". Durante la carrera me fui sintiendo mejor con el paso de los kilómetros y me metí en un grupo que más o menos llevaba el mismo ritmo que yo, con lo cual fue más sencillo de mantener el paso por los kilómetros constante, al final paré el cronómetro de mi Garmin en 1h23', lo cual me dejó más que satisfecho y con la moral muy alta de cara al Maratón de Zaragoza.
Ahora ya solo quedan dos semanas de entrenamientos duros de cara a los 42k de casa, y ya estoy terminando la primera... la última semana es únicamente de recuperación para llegar con las piernas en buenas condiciones a la carrera.
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